miércoles, 15 de septiembre de 2010

¿Qué celebrar?

Emiliano debía armar una historia a partir de unas imágenes que le asignaron en la escuela. Todas ellas relacionadas con el 15 de septiembre.

Eran 7 imágenes. las cuales contaban a través de dibujos muy obvios, el movimiento revolucionario de Zapata.

Comienzo yo con el cuento: hay unos campesinos que están sembrando maíz. Trabajan mucho. Pero no son dueños de sus tierras. El dueño es el señor que ve que trabajan pero que no está haciendo nada. Cuando ellos cosechan, van a vender su producto, pero les pagan muy poco, y la comida cuesta mucho. Por lo que pasan hambre. De pronto, llega un señor llamado Emiliano Zapata (interrumpo para explicarle que: por él tú te llamas así hijito) y les dice que ellos pueden llegar a ser dueños de sus tierras, y que pueden vivir en mejores condiciones. Por eso la gente de las últimas imágenes es feliz. Porque las cosas van a cambiar.

A partir de la historia, Emiliano mira y mira los dibujos. Y me pregunta: entonces mamá, ¿desde ese momento ya los campesinos no son pobres y no pasan hambre, y viven en condiciones mejores?

Debo de explicarle que no. Con un lenguaje que no suene abstracto le digo que las cosas no han cambiado mucho para la mayoría de ellos.

Me mira con una cara de que no entiende entonces, por qué estamos celebrando.

Y yo le respondo con otra cara, de que tampoco entiendo.

Ya más grande le explicaré de la independencia de España, pero de la total dependencia de Estados Unidos. Del desigual tratado entre los países del norte. De la mierda de vida que lleva mucha gente, ya no digamos sólo campesinos, sino muchos urbanos incluidos. Y de lo poco que ha cambiado la vida para muchos mexicanos en los últimos 200 años.

Ya entonces le podré explicar de lo absurdo de celebrar lo incelebrable. Y menos, cuando en un día se derrocha lo que bien podría servir para mejorar un poco la calidad de vida de todos los que llevan vidas desgraciadas.

1 comentario:

  1. México está celebrando 200 años de Independencia, y 100 de Revolución.

    Una cosa es el siglo XIX y otra el XX.

    Una cosa es poder decidir autónomamente los designios del país de uno y otra cosa que tales decisiones, de hecho generen igualdad y mejoramiento de las condiciones de todos.

    Comentaba con unos amigos Puertorriqueños sobre esta misma dualidad. Ellos eran independentistas claro.

    Su sueño es lograr que Puerto Rico sea una nación libre y soberana. Como son lo que en algunos países les mientan "progres" entienden que la Independencia implica, casi que automáticamente, igualdad, dignidad, y solución a los problemas sociales...

    Dándole a varios temas de fondo, terminamos conviniendo que una cosa no lleva a la otra, así como así... como lamentablemente nos hemos dado cuenta en el resto de América Latina, sobretodo después del siglo XX.

    Cuando sean libres mis hermanos de Puerto Rico, sabrán que luego la pelea es aún más grande.

    Pero te garantizo que me les uniré en su mega pachanga de Independencia... como celebraría cualquier independencia en cualquier parte del orbe... eso sí, sin desfiles militares, y esa sarta de estupideces fascistoides que se lanzan los estados para afirmar que son muy "soberanos".

    A mi que me dejen con el ron y buena salsa, con torito y unos buenos sones jarochos.

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